“Cuando pase esto” oigo decir a la gente, cuando pase esto voy a salir a pasear alrededor del mundo, cuando pase esto voy a ir al restaurante a pedirme toda la carta, cuando pase esto voy a fornicar como si no hubiera un mañana, cuando pase esto voy a ir de compras a todas las tiendas que encuentre, cuando pase esto, cuando pase esto, cuando pase esto… Lo que no saben es que no va a haber un “Cuando pase esto”. Esto nunca va a terminar. Es el comienzo de una nueva era y vamos a tener que aprender a convivir con el planeta. Le hemos hecho mucho daño a la naturaleza que ahora ella se ha revelado y nos ha puesto en donde nos corresponde estar. Somos animales, literal y figuradamente, y una fuerza divina, cósmica o llámenle como quieran llamarle, hizo lo que se tenía que hacer desde un inicio: poner al ser humano en su lugar.
Se acabaron las salidas sin restricciones, se acabó el creernos superiores en la ficticia pirámide natural, se acabó el mundo como lo conocíamos. Los animales tomarán las calles, y las grandes ciudades serán reemplazadas por vegetación. Nuestro habitad serán nuestras casas y la forma de relacionarnos unos con otros será sin tecnología de por medio. No habrá un mañana, el mañana es hoy. Dicen que la tercera es la vencida, pues ya se dio la tercera y esa fue la vencida; no sabemos convivir entre nosotros y acá tenemos los resultados.
Esto es demasiado bonito para ser verdad, me doy cuenta de ello y me despierto. Si hubo un “Cuando pase esto”. Han pasado diez años desde aquellas fechas, y todo ha vuelto a ser igual que antes de la pandemia. No hemos aprendido nada.