Pueden llamarme loco, pero ayer, o más bien hoy en la madrugada, a las tres de la mañana exactamente, escuché trompetadas en el cielo.

No, no es broma, deseo que fuera una broma, pero fue real. Tan real que sentí mucho miedo y me puse a llorar. No me moví de mi cama, más bien me escondí debajo de las mantas, con el infantil pensamiento de que eso me protegería. A pesar de mi protección imaginaria, el miedo era más fuerte.

Soy amante de la meteorología, me encanta mirar el cielo y observar su comportamiento. Y puedo asegurar que nunca, pero nunca, he presenciado un fenómeno como de aquel tipo. Vivo desde hace veinte años en esta ciudad y el cielo siempre ha sido silencioso, pero esta vez se escuchó muy fuerte un sonido de trompetas, como si alguien estuviera tocando una terrorífica sinfonía desde lo más alto del mundo.

¿Cielomoto? ¿Será eso? Esa palabra hasta me cuesta aceptar que existe, es como si no encajara. Parece que cielomoto es la explicación que le dan a lo que no tiene explicación. ¿Un terremoto en el cielo? ¿Estamos locos?

Pensé que quizás estaba soñando. Entonces decidí asegurarme de que no lo estaba. Cogí mi celular y… vi que eran las tres de la mañana. Quería llorar. ¿Por qué me desperté justamente a las tres de la mañana? Justo la hora que relacionan con sucesos que están fuera de nuestra comprensión. Entre lágrimas grabé una nota de voz. Podía acercarme a la ventana y mirar al cielo, pero si hacía eso y veía lo que había arriba, estaba seguro de que mis sentidos no lo iban a tolerar.

Al día siguiente, o mejor dicho, el día de hoy pero más tarde, miles de usuarios de todas partes del mundo, compartieron unos videos con sonidos iguales a los que escuché y grabé. Esto ha pasado en todo el globo terráqueo. No estaba loco, pero es una locura.

Se escuchó otra vez ese sonido aterrador y algunos aseguraron de que ya era la sétima vez que se escuchaba. Empezó a caer granizo. En mi ciudad en la que nunca ha caído granizo ni de broma, empezó a caer granizo. Revisé mis redes sociales y me di con la sorpresa de que estaba cayendo granizo en todas partes del mundo.

Luis Benavides Pachas